Contexto y beneficio

Calentar el hogar 1 °C por encima de lo necesario dispara el consumo sin aportar más confort real. En la mayoría de viviendas, bajar el termostato 1 °C puede suponer alrededor de un 5–7 % de ahorro anual, además de reducir emisiones y alargar la vida útil de la caldera o bomba de calor.
La clave está en acompañar ese grado menos con buenos hábitos: programar, evitar fugas de calor y priorizar estancias ocupadas.

En términos de confort, muchas personas se sienten bien con 19–20 °C de día y 16–17 °C por la noche (más abrigo y textiles cálidos ayudan). Si hay personas sensibles (bebés, mayores), puedes subir 0,5–1 °C puntualmente en su estancia y compensar con más eficiencia en el resto de la casa.


Recomendaciones prácticas

  • Ajusta el termostato: 19–20 °C cuando estás en casa; 16–17 °C mientras duermes o no hay nadie. Si al bajar 1 °C notas frío, añade capa textil (manta/alfombra/cortinas térmicas) antes de volver a subir.
  • Programa por horarios: usa el inicio/paro automático para que el confort llegue cuando lo necesitas (despertador y vuelta a casa). Evita mantener 21–22 °C “todo el día”.
  • Zonifica si puedes: válvulas termostáticas o cabezales inteligentes para cerrar habitaciones vacías y priorizar salón/dormitorios.
  • Mantenimiento exprés (15 min): purgar radiadores al inicio de temporada, revisar presión de la caldera y limpiar filtros/rejillas. Mejora el rendimiento sin obras.
  • Sella infiltraciones: burletes en ventanas/puertas, bajopuertas y cortinas. Si notas corriente, el grado menos se percibe peor.
  • Evita picos: con calderas modulantes o bombas de calor, mejor temperaturas estables y ligeras correcciones, no “subidones” rápidos.
  • Umbral útil: si tu vivienda pierde >1 °C por hora con la calefacción apagada, revisa infiltraciones y aislamiento; en ese caso, prioriza sellado y textiles antes de bajar más grados.

💡 Tip: si te interesan soluciones con dispositivos, enlaza una comparativa de termostatos inteligentes; si necesitas paso a paso, enlaza una guía de programación por horarios.


Errores comunes

  • Sobrecalentar (22–23 °C) → Eleva el gasto sin mejorar el confort real. Mantén 19–20 °C y compensa con ropa/textiles.
  • Encender/apagar bruscamente → Genera picos y peor eficiencia. Prefiere programación estable y pequeños ajustes.
  • Radiadores tapados (sofás/ropa encima) → Pierdes hasta un 10–20 % de rendimiento. Mantén libre el frente y 30–40 cm de espacio.
  • Calentar estancias vacías → Cierra circuitos o baja válvulas en esas habitaciones.
  • No medir → Sin datos, no mejoras. Usa la app del contador/empresa o un termohigrómetro para ver cómo responde la casa.

FAQ breve

¿Cuánto puedo ahorrar bajando 1 °C?

En muchas viviendas el ahorro ronda el 5–7 % anual. Si acompañas con programación y sellado de infiltraciones, el impacto es mayor.

¿Mejor constante o encender solo al llegar?

Con bombas de calor y calderas modulantes suele convenir estabilidad suave y horarios programados. Con sistemas poco eficientes, evita mantener temperaturas altas cuando no estás.

¿Y si tengo suelo radiante?

Responde lento. Trabaja con curvas de temperatura y pequeñas variaciones (±0,5 °C). Ajusta el horario con antelación.

¿Qué pasa con personas mayores o bebés?

Prioriza su estancia a 20–21 °C y compensa bajando en el resto. El objetivo es confort donde hace falta, no en toda la casa.

¿Cómo mido si funciona?

Anota la temperatura objetivo, revisa kWh y factura tras 2–4 semanas. Si el confort cae, revisa infiltraciones o sube 0,5 °C solo en las horas críticas.

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